Fotos con poca luz
1. Dejar paso a la luz
Voy a comenzar por lo más obvio. Sí, lo
sé, es demasiado evidente, pero no te creas, que hay que recordarlo
muchas veces pues, en ocasiones, con las prisas, los nervios del
momento, la concentración en la composición creativa, el cansancio, el
ofuscamiento de cada uno, bla, bla, bla… se nos olvida lo esencial. Abre
puertas, ventanas, cortinas, levanta persianas, enciende luces… Busca
la luz.
2. Acercar el sujeto u objeto a la fuente de luz
Digo casi lo mismo que en el punto
anterior, obvio pero necesariamente repetible (hasta la saciedad si hace
falta). Si puedes acerca tu motivo a una fuente de luz, una ventana,
una farola, una lámpara o unas velas. Cualquier luz, por pequeña que sea
te servirá de ayuda. Si tu prota no es desplazable, puedes intentar
acercar la fuente de luz (si hay alguna disponible que sí se pueda
mover).
Aprovechar cualquier fuente de luz
Que sirva de introducción a los más
novatos o de recordatorio a las mentes más despistadillas y olvidadizas,
pero estos dos primeros pasos no los puedes saltar. A partir de aquí,
seguimos hablando de otros términos
3. Medición puntual
Utiliza el modo de medición puntual,
pues en condiciones de luz escasa es más complicado realizar mediciones
precisas. De esta forma mides justo lo que deseas que quede bien
expuesto y sin tener que preocuparte de lo demás.
4. Realizar una correcta medición y exposición
Esto sirve igual cuando tienes luz y
cuando no, salvo que en condiciones de poca luz adquiere una mayor
importancia. Si no tienes claro cómo hacerlo, aquí tienes una guía detallada .
5. Subir el valor ISO
En muchos artículos te hemos aconsejado que ajustes el valor ios al
mínimo para evitar el ruido. Hoy, sin embargo, te diré que lo subas
tanto como tu cámara te permita (y el ruido no sea demasiado molesto).
Puesto que es preferible una foto con ruido que perder un gran instante.
En algunas fotografías, el ruido puede ser un elemento creativo ,
en otras, tendrás que subir el valor hasta un punto en que no estropee
mucho la imagen. Según qué tipo de imagen desees tomar o qué momento sea
el que quieras capturar tendrás que sopesar.
6. Objetivos luminosos
Este es uno de los trucos que mejor te
funcionarán. Utiliza el objetivo más luminoso que tengas o que puedas
conseguir, es decir, uno que tenga una gran apertura (número “f” lo más
pequeño posible), como por ejemplo el que Mario llama El rey de los obejtivos , 50 mm f 1/4.
Si dispones de poca luz y además utilizas una lente que apenas permita
la entrada de luz, poco podrás hacer sin recurrir a luz artificial. Una gran apertura será sin duda una gran aliada.
7. Velocidades de obturación lentas
Además de utilizar una apertura amplia,
puedes disparar con velocidades lentas, de esta forma el diafragma
permanecerá más tiempo abierto entrando así más luz. ¿Qué ocurre en este
caso? Que necesitarás un trípode para velocidades más lentas o al menos un punto de apoyo para
velocidades intermedias. Y si estás fotografiando personas, difícilmente
podrán quedarse tan quietas como para usar una velocidad de menos de
1/25, si no quieres una foto movida asegúrate esta velocidad. Aunque
también cabe la posibilidad de que las personas de la imagen no sean
protagonistas y puedan aparecer en movimiento con un interesante efecto
creativo, recuerda que aquí el artista eres tú
8. Uso del flash rebotado o difuminado
Si con las opciones anteriores no es
suficiente o no puedes hacer uso de algunas de ellas, probablemente no
te quedará más remedio que tirar del flash. Y aquí el truco no consiste en decirte que lo uses, sino que evites el uso del flash que viene incorporado en la cámara y que rebotes o difumines el flash de mano
¿Cómo? Si no tienes difusor un pequeño truco es usar un pañuelo blanco o
un trozo de papel de seda blanco. Para rebotarlo dirige el flash al
techo o a un lateral, en función de dónde te interese que quede la
fuente de luz. Si rebotas en una superficie blanca reflejará mucha más
luz. Al rebotar o difuminar el flash, el efecto será menos artificial y
sobre todo, la luz resultante no será tan dura y evitarás sombras
indeseadas.
Otra opción es jugar con el flash para lograr fotos creativas, observa este ejemplo:
9. Utilizar reflectores
Los reflectores te sirven igual con luz
natural que con luz artificial, úsalos para dirigir la luz hasta tu
motivo principal. Puedes usar reflectores naturales, como la nieve o la
arena, o los reflectores desplegables.
Otro truco es que lleves ropa blanca, si tú, serás el mejor reflector Al menos la camiseta o la camisa, de este modo reflejarás la luz existente sobre el motivo que tienes delante
10. Cuando se trata de niños
Si estás trabajando con niños, no
esperes que su paciencia esté a la altura de tus necesidades, mejor haz
las pruebas antes y espera el momento adecuado en el lugar adecuado para
que se coloque (o pase por ahí) y dispara. Pero no le hagas sufrir
probando y ajustando. No aguantará
11. Ajustar bien el balance de blancos
Otro truco para lograr buenos resultados
es ajustar el balance de blancos. No es lo mismo si usas el flash, si
utilizas la luz de una vela o una bombilla o si aprovechas ese rayito de
sol que se está colando por la ventana. Si disparas en RAW podrás
modificarlo en la edición, si no es así, mejor no te olvides de
ajustarlo.
12. Estabilizador de imagen
Para terminar (o casi), si dispones de
estabilizador de imagen, no olvides activarlo para evitar trepidaciones.
En caso de usar trípode no te será necesario .
13. Practicar
Este último truco es el más infalible de
todos. De nada te servirá leerte este artículo si no lo llevas a la
práctica. La única manera de lograr fotos bien iluminadas con poca luz
es disparando una y otra vez. Equivocándote, rectificando y volviéndote a
equivocar. Esta es la única manera de aprender y llegar a lograrlo casi
sin pensarlo. No esperes a encontrarte con una ocasión así para aplicar
estos trucos, búscala y ensaya y cuando llegue una ocasión de verdad,
sabrás afrontarla sin miedo (a la oscuridad).
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